2. EL ESTAFADOR
Andrés Jaramillo… Ese era el nombre del cliente con el que tenía la cita el día de hoy, hacía mucho tiempo que estaba buscando un local para montar una discoteca y este señor me había ofrecido lo que según él era el mejor local de la ciudad. Quedamos en reunirnos en el hotel Sheraton, donde vivía este personaje.
Llegué al hotel, le mande un mensaje avisándole que había llegado y me instale en el lobby para esperarlo, de pronto se abrieron las puertas del ascensor y salió un hombre de estatura baja, piel morena, medio mamarracho en realidad. Para mi sorpresa cuando me saludo, este personaje con acento gringo me dijo:
- Mucho gusto Galo, gracias por venir, tengo un muy importante negocio para usted…
- Soy todo oídos! – Respondí yo!
Pasamos a la cafetería del hotel, pedimos dos desayunos continentales y me supo explicar que él era dueño de una cadena de restaurantes con más de 40 sucursales en los estados unidos, que tenía pensado abrir un restaurante en un local de su propiedad ubicado en el piso 16 y 17 de un edificio ubicado frente al parque la carolina y con vista de 360 grados de la ciudad desde las alturas. La verdad algo me decía que no debía confiar en él, pero la descripción del local sonaba extremadamente interesante. Como primera señal, al momento de pedir la cuenta, se excusó por no traer dinero encima y me toco pagar la cuenta…
Nos dirigimos al local y en efecto era algo impresionante, un local perfectamente diseñado para un restaurante de lujo, me enseño un contrato de compra y venta en el que el constaba como comprador del local y con esto se validaba hasta cierto punto su historia. Como segunda señal vi que su ropa no era especialmente de un empresario exitoso dueño de más de 40 restaurantes en los estados unidos, porque más allá de la moda, ya que cualquiera es libre de mantener su propio estilo, su ropa más allá de ser fea, era vieja… y eso sí que era raro, porque si tienes plata puedes vestirte feo, pero no vestirte con ropa vieja. Sin embargo, y dejándome llevar por mi espíritu comercial y lo espectacular del negocio, le propuse alquilar su local, él me dijo que no era de su interés el alquilarlo ni venderlo, él quería abrir un restaurante con una de sus marcas internacionales y quería invitar a algunos inversionistas locales para hacer realidad su proyecto.
La idea era hacer un bar restaurante que además de una exquisita comida, ofrezca shows en vivo y espectáculos artísticos, me presentó un business plan muy bien diseñado en el que se detallaba un estudio de mercado muy bien realizado y me mencionó un par de nombres de personas con las que él ya estaba manteniendo conversaciones y como Quito es una ciudad pequeña, a pesar de no conocerlos, sabía de quienes se trataba.
Me hizo una oferta que no resultaba descabellada, me invitaba a unir fuerzas con él y su proyecto, que involucre a mis socios e inversionistas para ceder según él, el 50 por ciento del negocio, mismo que se había valorado en 350 mil dólares. Al hablar con los socios y analizando financieramente el negocio, tomando en cuenta además que al ser el el dueño del local, el costo de arriendo era cero y eso es vital en un negocio de entretenimiento, mientras menos gastos mayor utilidad. Nosotros teníamos un presupuesto parecido para el montaje de nuestro proyecto y a pesar de tener solo el 50 por ciento, por la ubicación y características del local, su potencialidad justificaba asumir la inversión. Pedí unos días de plazo para hacer una corrida financiera y definitivamente por decisión unánime aceptamos la oferta. Como aclaración, en los negocios de entretenimiento, casi siempre son conformados por jóvenes financiados por sus padres en busca de fama y diversión, por esta razón en Quito casi siempre se cometen errores legales en el camino y terminan cerrando los negocios, con este antecedente era fácil tomar emociones basados en la emoción del momento, mas no en la seguridad del mismo…
Totalmente confiados, seguimos trabajando y preparando contratos, nombre, imagen, concepto del negocio, y a pocos días de la firma del contrato y el depósito del dinero de la inversión, obvio, tratamos de mantener en secreto nuestro proyecto, apostando al factor sorpresa. Una de esas largas jornadas de trabajo y planificación, una idea empezó a rondar por mi cabeza con respecto a Andrés, quién para ese entonces ya hablaba directamente con mis socios y a pesar de que todo marchaba viento en popa, algo dentro de mí me decía que no todo estaba bien como parecía…
Estaba saturado de tanta reunión y de mis socios que necesitaba darme un escape, tomé el auto y me dirigía caminar por el parque la Carolina, a fumarme un chafito y caminar un poco. Estaba en eso, cuando frente a mí vi a Andrés caminando hacia el local acompañado de unos sujetos medio mal encarados y uno de ellos le dio un par de empujones nada amigables, mientras se dirigían al edificio en el que estaba el local. Obvio la intriga de lo visto despertó mi curiosidad y decidí acercarme al edificio, esperé a que subieran y como el guardia era bastante amigable, mientras ellos subían por el ascensor yo me quedé conversando con el guardia y como si yo conociera del problema que Andrés tenía con esa gente y la forma poco amigable que tuvieran esas personas con él, solo supe decir:
- Pobre Andrés, ojalá que resuelva su problema – El guardia me miró con atención y con indignación y pena me dijo…
- Si ojalá mi jefe, a ese pobre le caen todos los días a cobrar cuentas y el otro día ya le embargaron unos equipos, pobre don Andrés, pero ya mismo se recupera!!
- Si ya mismo se recupera dije yo y entre mi pensaba en resolver el misterio armado hasta el momento. - Al parecer tiene unos inversionistas que van a entrar con él y con eso ya se puede poner al día en los arriendos y las alícuotas pendientes… - Comento el guardia…
- Si mi pana, hay que ponerle fe… ya para ese entonces me había ganado la confianza absoluta del guardia y casi sin preguntar subí al local a ver que más podía averiguar. En efecto cuando llegué se oían gritos desde la puerta del ascensor…
Le estaban cobrando varios meses de arriendo por una suite en la república del salvador más pagos de alícuotas y estos reclamos eran acompañados de reclamos de otro grupo quienes le reclamaban el pago de los muebles que mandó a fabricar justamente para el nuevo local…
Preferí no inmiscuirme y volví a bajar, me despedí del guardia y me dirigí otra vez al hotel Sheraton en el que nos reunimos la primera vez, esta vez pregunté por el en el lobby y nadie me supo dar razón, en principio él tenía alquilada una suite en el hotel y vivía ahí, pero ahí nadie conocía de este señor, una vez descubierta la pantalla, recordé los nombres de las dos personas con las que él había negociado antes que yo, que como expliqué antes no era amigo pero sabía quiénes eran, saqué una cita y les comenté del local y del proyecto, sin darles detalles de lo que había averiguado ya. Ellos incluso de manera prepotente me supieron explicar que ya habían firmado un contrato con Andrés y que el día viernes estaban depositando en su cuenta la cantidad de 200 mil como primer abono. Con esta nueva información, me despedí y volví a la oficina bastante consternado e indignado, no solo porque Andrés había jugado a dos puntas, sino además porque había un montón de mentiras de por medio.
Mi cabeza no dejaba de dar vueltas y recordé que logré tomar una foto del contrato de compra y venta del local, en ese momento volví a dirigirme al edificio en el que se encontraba el local y esta vez me reuní con el presidente de los condóminos y administrador del edificio y les explique que tenía un convenio con el dueño para abrir un restaurante ahí. Esta noticia realmente no impresionó al administrador del edificio, ya que hace algunos meses andaban buscando la manera de sacarlo del edificio a Andrés. Como se imaginarán, el contrato de compra y venta resultó ser falso, el local no era local sino el auditorio del edificio y por ende área comunal e imposible de ser comercializado o utilizado para negocios particulares, este Andrés además de haberme engañado, a mis socios, al otro grupo inversionista, a los administradores del edificio, condóminos y demás acreedores que le estaban dando casería, estaba a horas de recibir un depósito de 200 mil dólares y lo más probable es que se desaparecería con el dinero. A nosotros ya no nos afectaba por que no habíamos metido un solo centavo, con el otro grupo no teníamos ninguna relación y con su actitud déspota cuando tuvimos la reunión por un momento me alegraba hasta cierto punto el que les den en la cabeza…
Gracias a la buena empatía con los administradores del edificio, concordamos en mantener en secreto nuestra reunión para en conjunto organizar una estrategia para sacarlo de ahí, en realidad estaban súper avanzados en el proceso y era cuestión de horas que se emita una boleta de captura…
Pasaron los días y ya era jueves, a prácticamente 24 horas del depósito de 200 mil, me dio uno de esos ataques de cargo de conciencia y sin pensarlo mucho, llamé al mensajero de la oficina, un colombiano muy fornido que había venido como refugiado a Ecuador y era de lo más buena gente, pero tenía ese habladito de campesino finquero al puro estilo de la telenovela el cartel que asustaba al que no lo conocía bien. Lo cité en mi casa y le vestí con un terno elegante, le puse gel en la cabeza y unos lentes, le explique que teníamos una reunión y que él me tenía que seguir la corriente… Hice que un amigo en común con el otro grupo inversor les haga llegar una invitación de parte de la administración del edificio a reunirse el día viernes a las 9 y 30 am en el local y lo mismo hice con algunos de los acreedores de Andrés, no les explicamos el por qué, pero si les pedimos que no realizaran ningún depósito hasta que tengamos la reunión y logramos que cancelaran momentáneamente todo tipo de negociación con él y claro, deteniendo el depósito de los 200 mil dólares. Pacientemente esperé con Camilo (mi mensajero), que para ese entonces parecía gerente de alguna empresa hasta que sonara mi teléfono.
Tal como lo planeé, inmediatamente al enterarse que le cancelaron el depósito, Andrés se comunicó conmigo pidiéndome adelantar el proceso de cierre del negocio, le dije que lamentablemente mis socios se habían enterado del otro grupo inversor y habían decidido no entrar al negocio; la desesperación de Andrés era ya indisimulable y con tanto cobrador en sus espaldas se le acababan todas las alternativas…
- Galo ayúdame por favor, debo cubrir un cheque urgente y necesito fondos inmediatamente, te ofrezco darte una mayor participación, pero por favor habla con tus socios y retomemos el negocio…
- Me resulta imposible Andrés… la decisión está tomada y no puedo hacer nada… Pero…
- Pero qué, pero que?? - Gritaba como loco!!
- Pero… a pesar de no poder entrar yo, conozco a alguien que tiene el dinero y la disponibilidad inmediatamente, pero él no es de aquí si no un inversionista colombiano, podría presentártelo y ahí miramos si sale algo, me das una comisión y listo, pero yo en lo personal yo no podía invertir…
- No importa Galo, please cuádrame una reunión inmediatamente con el!!
- Claro Andrés, por casualidad estoy con el y me dice que terminando una reunión podríamos pasar por el local, te parece si topamos tipo 11 am??
- Si claro, yo me desocupo de un par de reuniones y estaré ahí para atenderlos, muchas gracias Galo te voy a recompensar bien por esto…
Eran las 10 am, nos organizamos bien los libretos con Camilo y nos dirigimos al local, cuando llegamos entré primero y cuando abrí las puertas de la oficina no encontré a nadie, pero si vi un sleeping bag y ropa botada por todo lado, era claro que Andrés estaba viviendo ahí y todo era parte de sus pantalla para estafar a la gente. Cuando salí de la oficina, volví al área de los ascensores y en ese momento llegaba Andrés tal y como habíamos quedado, el hombre esta vez estaba muy bien vestido, listo para atender a su nueva presa…
El local como expliqué antes, tenía dos pisos, estábamos recorriendo el primer piso con Camilo, mientras Andrés se explayaba con su speech vendedor, explicándole y embobándole como lo hizo conmigo; las personas que somos comerciales, asumimos un personaje de acuerdo al cliente con el que estamos tratando y al parecer Andrés ese día estaba metido en el personaje de jefe!!
Encendí un cigarrillo y antes de terminar de prenderlo, Andrés me dio un golpe en la espalda y con voz alta me dijo… - Galo por favor!!! Te he dicho mil veces que en este local no se fuma!!! Perdón Camilo pero no soporto el humo en mi local… - Camilo solo acento con su cabeza, el sabía que su papel era hablar lo menos posible y así lo hizo… yo por mi lado a pesar que tenía ganas de ahorcarlo ahí mismo, respiré profundo, me disculpé y apagué el cigarrillo… Esperé a que terminara el tour en el piso 16 y cuando subimos al siguiente piso que se conectaba por una escalera de caracol y conectaba a una terraza descubierta, una vez más procedí a encender un cigarrillo… y mientras conversábamos fuimos acercándonos a uno de los filos de la terraza…
Andrés había terminado ya su intervención y explicado todos los argumentos y bondades del negocio y del local… en ese momento Andrés entro más en desesperación, ya que Camilo aparte de asentar con la cabeza no decía una sola palabra. Andrés insistía en que Camilo de su opinión y fue en ese momento que solicité un encendedor a Camilo ya que el mío se había acabado el gas… Camilo me contesto y me dijo… - Ushh marica que problema, dejé el encendedor en el auto… - Problema? – Dije yo… - Pues aquí hay algunos problemas que arreglar mi querido Camilo, empezando por el problema de este local!!
- Cual problema?? Me increpó fuertemente Andrés, aún en su papel de jefe… no terminó de decir la frase y desahogué toda mi ira en una sola bofetada a Andrés que hizo que se doble en dos y se dé cuenta lo cerca que estaba del filo del edificio!!
- Aquí el problema mi querido Andrés es que no solo me quisiste estafar a mí, quisiste estafar a mis socios, quisiste estafar a mis amigos, estafaste a los del edificio y ahora pretendes estafar a mi amigo Camilo?, pues qué pena Andrés y creo que no sabes con quien estas metiéndote, pero aquí, en mi ciudad y con mi gente las cosas funcionan de diferente manera mi pana, así que ahora el gran problema es que me estas debiendo dinero por mi tiempo perdido y aquí mi amigo Camilo es el encargado de mis finanzas y cobranzas, si o que Camilito??? – En ese entonces y de acuerdo al plan, Camilo por fin abrió la boca y con el acento de traqueto de finca, Camilo entro en el personaje de sicario y se imaginarán que en ese momento Andrés el estafador no pudo evitar el hacerse pipi en los pantalones…
- Tons que mi perro, usted creía que podía hacernos la vuelta y darnos en la cabeza mijo!! No hombre ahora usted le cancela al patrón lo que le pida y se abre del parche o aquí mismo lo boto por la terraza a ver hasta donde rebota!! – Exclamó Camilo!!
Ya metido en el personaje, Camilo al ver que Andrés era muy bueno para estafar, pero no tan bueno para controlar sus esfínteres, procedió a sentarlo en una silla, sin nada de ropa y muy sutilmente lo amarramos con cable eléctrico y lo dejamos cómodamente sentado en el medio de la terraza a la vista de todos los edificios alrededor de los 360 grados de vista del espectacular local y con una botella de vino destapada y bien fría entre las piernas!
Mientras revisamos sus cuentas, su computadora, cuenta de bancos que solo tenía una de ahorrros y cuyo saldo era de 25 dólares, llamamos a todos sus acreedores en una lista que encontramos en su maleta en la que anotaba todas sus fechorías y citamos a todos a la misma hora del día viernes, en todo este proceso se nos fue el día y salimos del edificio tipo 5 pm asegurándonos de dejar el local cerrado y a Andrés bien amarrado.
Al otro día como era de esperarse, llegó el otro grupo inversionista, como 10 acreedores, administración del edificio y la policía, ya que anteriormente organizados con los administradores se realizó una denuncia formal que en realidad se venía trabajando meses antes por la administración para tratar de sacar del edificio a este sujeto y cuando los planetas se alinean no tiene por qué salir nada mal, así que justo logramos tener una boleta de captura. Yo ya no fui, no me interesaba hacerlo, pero no dejo de imaginarme la cara de todos los asistentes cuando llegaron al local y siguiendo unas flechas que señalaban el camino de la terraza y la ubicación de las llaves que dejamos escondidas en una maceta, encontrarse con el cuadro antes descrito; un delincuente completamente desnudo, amarrado en una silla, tapado la boca y con un video hecho en su propia computadora y abalado por sus propios archivos en los que con la ayuda de Camilito y un par de colgadas de la terraza logramos hacer esta declaración y filmarla.
Conclusiones:
- No recibí ni las gracias del otro grupo inversor a pesar de haberles salvado de perder 200 mil dólares…
- No pude retener el local ya que era área comunal y no era comerciable…
- No gane un solo centavo en este negocio…
- El camino de los negocios siempre está lleno de estafadores y avivatos por lo que hay que cerciorarse bien desde un principio con quien uno se mete…
- No todo lo que brilla es oro…
Pero el dejar desnudo amarrado a un estafador y con todas las pruebas listas para su captura evitando así el desfalco a gente de bien... NO TIENE PRECIO!!
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