lunes, 11 de febrero de 2019

Ladrón que roba a ladrón...

En esas clásicas épocas de vacas flacas, toda gota moja como decía mi santa Madre, fin de mes, pensiones por cubrir, arriendo, cable… ya en los últimos tiempos había tenido que aguantarme con los canales nacionales y ni les cuento la terrible experiencia que he vivido, entre Ecuador tiene Talento, chismes de farándula nacional y noticias anticorreistas acompañadas de publicidad pro gobierno he vivido una verdadera tortura!

Por otro lado… Si no hubiera gastado esas comisiones en las últimas fiestitas no tuviera estos problemas… Por suerte me llamo mi amigo Miguelito, que me tiene un cliente para el departamento en arriendo en la González, nos toca dividir comisión, pero bueno, plata es plata…

En medio de una discoteca en plena plaza Fosch, no tenía muy claro exactamente como accedí a llegar ahí, pero la emoción de que caía un billetito a los años era más fuerte y me dejé convencer de Miguelito que al igual que yo se dedica al corretaje de bienes raíces, un hombre muy trabajador que siempre aparece con algo en mis momentos más flacos, esta vez me hizo ganar 600 dólares por lo que le tengo un cariño especial y no pude negarme a visitar su sitio preferido de farra… Ya metido en el baile, y aunque intenté negarme a mis instintos más básicos, después del 6to shut de tequila, y una buena bailada, todo se transformó dentro de mí y la diversión una vez más fue más importante que las deudas… mientras me besaba con Paola, una linda modelo colombiana que tenía planes de estudiar Marketing en la Udla y su prima… tuve unos minutos de lucidez, fui al baño y moje mi rostro a ver si podía bajar un poco la borrachera, tome agua de la llave y me sentí un poco mejor, me disponía a salir del baño cuando entro miguelito todo sonreído y con una cara de felicidad absoluta me abrió su mano y me enseño una bolsa repleta de Perica (Cocaína)… Una vez más mi cerebro convulsionó en medio de una guerra entre el bien y el mal, no es que sea adicto, pero una vez al año no hace daño decía mi abuelito y además en esa borrachera, una despertada no me caía para nada mal, sin pensarlo dos veces, sin pedírselo siquiera, tome su mano, arranche la bolsa y tenía dos líneas perfectamente armadas sobre el dispensador de papel higiénico del baño, enrollada del billete y pa dentro!! Una por la izquierda, otra por la derecha… otra por si las moscas y la del malcriado… uñita más para no quedar tuerto y listo, en efecto se me pasó la borrachera y se apoderó de mi la euforia y más tequilas hasta que al fin llegué a la caja y pedí una revisión de mi cuenta… me tocaba cancelar 200 dólares!! Es decir me había comido casi toda la comisión dando de chupar a gente que no conozco, en un lugar que no frecuento y lo peor, no iba a poder pagar el cable… En fin, todavía un poco mareado, pero ya estabilizado, cancelé la cuenta y me fui sin despedirme de Miguelito a quién la última vez que vi estaba encerrado en el baño con una lobita….

Tenía 400 dólares todavía en el bolsillo… no todo estaba perdido, así que caminé hacia la esquina pensando en encontrar un taxi, pasarme un ratito por el blues, tomarme un whiskey e irme a la casa… estaba lloviendo a cantaros y en vez de encontrar un taxi me encontré con un moreno, medio flaco y se le notaba que había olido cemento de contacto hasta la saciedad quien me apuntaba con una navaja bastante pequeña y me pedía que le entregue todo lo que tenía o me mataba… acto seguido, ni bien terminaba de amenazarme la suela de mi zapato estaba dejando marcada la marca en su cachete y el hábil ladrón caía desmayado en el piso, justo cuando pensé que me había salvado… de la nada me rodearon 4 travestis que aparte de prostituirse en la zona manejaban y protegían a estos ladrones de baja monta como el panita que seguía en el mundo de los sueños para ese entonces… Como se imaginaran ya no quedaba nada de mi borrachera en ese momento y como la cosa pintaba cada vez peor ya que los travestis todos furibundos rompían botellas en la vereda y amenazaban con matarme si no les entregaba todo lo que tengo… Yo todavía estaba con los efectos de la cocaína en mi cabeza y tratando de reaccionar lo más rápido posible, me acordé que tenía los 400 dólares restantes en el bolsillo… los saqué rápidamente y al mismo tiempo que les decía que era lo único que tenía, lance el manojo de billetes por los aires, confiando en que para los delincuentes siempre es más importante el botín que la víctima, por ende preferirían tomar el dinero que matarme a botellazos… Dicho y hecho, se lanzaron como ratas a coger los billetes y yo aproveché para salir corriendo como si me siguiera el Diablo… Una vez más… la había cagado!!!

Mientras corría sin rumbo fijo, tome una curva y casi llego al mismo lugar de donde salí corriendo, alcance a esconderme en el parqueadero de una hostería desde donde podía ver a los travestis empujándose y acusándose entre sí que la división no había sido justa, para eso el moreno ya había despertado y se había ido a trabajar en otras calles… Los travestis decidieron hacer una salida salomónica y quedaron en ir al hostal donde vivían y vaciarse los bolsillos, contar el dinero y dividirlo en partes iguales, uno de ellos repetía que yo había dicho que tenía 400 dólares, así que decidieron irse para su hostal…

En ese momento no se me ocurrió mejor idea que seguirlos casi 6 cuadras en plena lluvia, teniendo el cuidado de no ser visto por los delincuentes. A la altura de la avenida amazonas y Carrión, los delincuentes procedieron a entrar a su domicilio en un hostal de mala muerte de la zona. Hábilmente y con mucha suerte de mi lado, logré seguirlos hasta que entraron a una de las habitaciones y cerraron las puertas, entre gritos y peleas el uno reclamaba al otro, en ese momento y aprovechando que al ser este un hotel de mala muerte no tenía ni conserje ni guardia ni nada, tomé una de las sábanas de la habitación del frente y amarré la chapa de la una habitación con la otra, asegurándome de ganar algo de tiempo hasta ver como recuperaba mi dinero…

Una vez amarradas las puertas, corrí lo más rápido que pude a la calle en busca de un patrullero, para mi suerte no pasaron ni 30 segundos y apareció uno e inmediatamente los paré…

-          En que le podemos ayudar caballero?, me dijo el oficial al mando del patrullero…

-          Acabo de ser asaltado mi oficial, necesito su ayuda…

-          Mmmm, entiendo pero joven, lastimosamente poco podemos hacer si no sabemos quiénes fueron ni dónde están, Lo invitamos a subir al patrullero y dar una vuelta por la zona a ver si reconoce a los delincuentes y así poder apresarlos, pero en mi experiencia es muy difícil, generalmente cuando roban se desaparecen del sector del delito…

-          No señor oficial, usted no entiende; sé quiénes fueron, se dónde están y sé que tienen mi dinero, si ustedes me ayudan les doy la mitad de lo que me robaron… En ese momento sentí como el oficial tomó mayor interés en mi caso y me preguntó…

-          Cuanto le robaron si se puede saber…

-          Yo sabía que me robaron 400 dólares, pero necesitaba hacer más interesante el botín a los representantes de la ley y sin pensarlo solté una cifra… Mil dólares señor oficial, en efectivo y los tienen con ellos y los tengo encerrados en una habitación en este hotel…

Acto seguido, bajaron 3 policías, el chofer se quedó en el auto y nos acercamos a la habitación, efectivamente la sabana seguía en la puerta, ya que una vez repartido en partes iguales el dinero, los travestis decidieron abrir una de las botellas que tenían almacenadas ahí y libar para disfrutar el gran golpe de la noche… se podía escuchar entre risas y gritos que definitivamente estaban felices, por lo que hasta ese momento era el mejor golpe probablemente de la semana… Uno de los policías, ya podía considerarlo como socio en ese momento, me facilitó uno de sus toletes, mientras otro de los uniformados retiraba la sabana y de un solo patazo tumbo esa puerta abajo, repartimos golpes y puñetes a diestra y siniestra mientras los travestis se defendían con lo que podían, uno rompió la botella de licor y se lanzó al ataque como fiera salvaje, por suerte los policías son expertos en este tipo de problemas y en menos de 5 minutos, con varias descargas de gas y unas cuantas docenas de toletazos encima, logramos anular a los delincuentes hasta tenerlos en el piso boca abajo y esposados… el otro oficial revisó toda la habitación, ropa, y huecos en la pared, de todo lado salían billetes y cosas robadas, a mí me habían robado 400 dólares y había ofrecido mil a los policías, empecé a preocuparme un poco si los policías no encontraban el botín elegido, pero ante de decir nada, esperé a que termine la requisa y contar lo recuperado…

Una vez recolectado el producto de sus fechorías y habiendo revisado hasta el último rincón posible de la habitación, procedimos a retirarnos del lugar sin hacer denuncia alguna por recomendación de los mismos oficiales… y mientras los travestis gritaban y amenazaban, subimos al patrullero, prendimos la sirena y arrancamos a toda velocidad mientras por la ventana saque sutilmente mi mano y les hice dedo a los delincuentes mientras me alejaba del lugar…

Algunas cuadras más allá, el patrullero paró, abrieron la bolsa en la que habían metido todo lo que encontraron y al igual que los delincuentes empezamos el conteo de lo recuperado tal y como quedamos, la mitad para ellos, la mitad para mi… Yo estaba dispuesto a recibir 200 dólares y perder 200 como costo de mi error, sin embargo, para grata sorpresa de todos nosotros, repartimos el botín en partes iguales, me dejaron muy amablemente en mi casa entre risas y bromas de lo sucedido, en ese momento el oficial al mando me entregó una funda pesada y me dijo, aquí está tu parte como quedamos y saliste beneficiado por que también encontramos algunos celulares… Celulares?! Wow, por lo menos podría compensar con esos celulares algo de los 200 dólares perdidos, me despedí muy amablemente de los policías, tomé la funda y subí a mi apartamento, ya para ese entonces totalmente sobrio, subiendo por el ascensor solo pensaba en lo estúpido que fui en arriesgarme a toda esta aventura y jurándome a mí mismo que nunca más volvería a tomar en mi vida.

Llegue a casa, abrí la bolsa y para mi sorpresa no encontré un celular… habían dos celulares en la bolsa y 785 dólares en efectivo!!! El botín general fue de 1570 dólares en efectivo y 4 celulares!!

Conclusiones:

1.       El Karma existe, por eso perdí todo lo que gané e ese día…
2.       El Karma cura Karma; creo que mis pecados eran más leves que el de los travestis, por eso de una calamidad, pasó a una recompensa!!
3.       No solo hay que confiar en la policía, si no saber negociar con ellos!!
4.       Los travestis son muy buenos puñetes!!
5.       Tengo cien años de perdón!
6.       Después de esta experiencia, nunca más volví a la mariscal!!

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